Los geólogos de la Universidad de Utrecht han logrado reconstruir la historia del continente perdido, del cuál todavía se hallan restos bajo el agua de las islas del sudeste asiático. Argolandia está en fragmentos, pero todavía está allí. “De lo contrario, nos habríamos enfrentado a un problema científico importante”, dicen los autores en un comunicado.
El trabajo se publica en la revista Gondwana Research y los geólogos comparan este caso con el que ocurrió con otro continente “perdido”, el Gran Adria. El Gran Adria se hundió en el manto de la Tierra, pero la capa superior quedó atrás y formó las montañas del sur de Europa. Argolandia, sin embargo, no dejó ningún rastro en forma de estratos rocosos plegados.
“Esas reconstrucciones son vitales para nuestra comprensión de procesos como la evolución de la biodiversidad y el clima, o para encontrar materias primas. También son fundamentales para comprender cómo se forman las montañas o para determinar las fuerzas impulsoras detrás de la tectónica de placas; dos fenómenos que están estrechamente relacionados”, explica el geólogo de la Universidad de Utrecht, Douwe van Hinsbergen.
Van Hinsbergen y Eldert Advokaat, dos geólogos de dicha universidad holandesa, sentían curiosidad por saber qué podría decir la geología del sudeste asiático sobre el destino de Argolandia. “La situación en el sudeste asiático es muy diferente de lugares como África y América del Sur, donde un continente se rompió claramente en dos pedazos. Argolandia se dividió en muchos fragmentos diferentes. Eso obstruyó nuestra visión del viaje del continente”, dice Advokaat.
Sin embargo, esta idea se esclareció para ambos cuando observaron que los fragmentos llegaron hasta donde se encuentran hoy en día, prácticamente al mismo tiempo, lo que aclaró que alguna vez estuvieron unidos entre sí. Los fragmentos formaron un collage que les permitió ubicar Argolandia entre las verdes selvas de gran parte de Indonesia y Myanmar.
Noticias relacionadas
“La fragmentación de Argolandia comenzó hace unos 300 millones de años”, añade Van Hinsbergen.
El trabajo de detective que han llevado a cabo Advokaat y Van Hinsbergen también explica por qué Argolandia está tan fragmentada: la ruptura se aceleró hace unos 215 millones de años, cuando el continente se hizo añicos en finos fragmentos. Los geólogos realizaron trabajos de campo en varias islas, incluidas Sumatra, las islas Andamán, Borneo, Sulawesi y Timor, para probar sus modelos y determinar la edad de estratos rocosos clave. Esta investigación logró resolver el enigma de Argolandia, un continente desconocido por muchos.