La incertidumbre y el olor a combustible aún rondan las calles del municipio de Benito Juárez en la Ciudad de México. Han pasado dos semanas desde que los vecinos dieron la alarma por el fuerte y extraño olor a agua potable que llega a los grifos de sus viviendas. A 15 días de los primeros indicios de contaminación del agua en la zona, el gobierno de la Ciudad de México y el Sistema de Agua (Sacmex) aún no logran responder la pregunta más importante que se les hace a los vecinos: ¿con qué sustancia está contaminada el agua? Las autoridades ya cerraron un pozo en el palacio municipal de Álvaro Obregón que supuestamente estaba contaminado y goteaba agua, pero los resultados iniciales de la investigación sobre este punto no fueron concluyentes.
Hace una semana, el gobierno de la Ciudad de México lanzó una intervención para ayudar a los vecinos que incluye limpieza de cisternas y tanques de agua, distribución de garrafas de agua y envío de pipas con miles de litros desinfectados. Pero la falta de respuesta sobre el origen y tipo de contaminación llevó a los vecinos a protestar cerrando la Avenida Insurgentes, una de las vías más transitadas de la capital, para presionar a las autoridades y obtener respuestas. Saber con qué sustancia está contaminada el agua, dicen los residentes, les ayudaría a tomar mejores medidas sanitarias. Algunos incluso están considerando tomar medidas legales.
Martí Batres, jefe de Gobierno capitalino, explicó a la prensa este fin de semana que la investigación sobre la contaminación del agua continúa descartando todas las hipótesis. “Se están descartando posibilidades mediante la investigación técnica correspondiente, y esta investigación técnica se seguirá haciendo, Pemex nos ayuda y hay otras áreas que están ayudando a esta investigación que va a continuar”, dijo en conferencia de prensa. Batres se basó en estudios realizados por algunos medios de comunicación y particulares, que no muestran anomalías en el agua, para minimizar los daños denunciados por los vecinos.
El gobierno de la capital tardó más de una semana en reconocer que el agua estaba contaminada. Finalmente, después de varios días, anunciaron que se habían encontrado rastros de aceites y lubricantes, pero no se determinó la sustancia específica. Al anuncio le siguió el cierre de un pozo en la colonia Alfonso XIII, cerca del municipio de Álvaro Obregón. Las autoridades han identificado el sitio como una fuente de contaminación, aunque no han descartado otras fuentes. Petróleos Mexicanos (Pemex) ha iniciado una investigación para determinar si alguna de sus instalaciones -un oleoducto se ubica a 500 metros del pozo- tiene algo que ver con el asunto. Los resultados iniciales sólo han confirmado que el agua está contaminada y que la sustancia podría ser un derivado del petróleo.
“Petróleos Mexicanos realizó nuevas pruebas determinando la presencia de una mezcla de diferentes aceites y otros componentes degradados, confirmando que se trata de una sustancia perteneciente a la familia de los aceites y lubricantes. Es importante señalar que, para llegar a esta conclusión, fueron necesarios estudios tan detallados que demostraran la bajísima concentración de este compuesto en el agua, no detectable en las primeras pruebas”, explicó Javier González del Villar, director de logística de la petrolera. Las investigaciones iniciales de la petrolera descartan una grieta, una fuga o un grifo clandestino en el oleoducto cercano al pozo.
La contaminación del agua en la alcaldía de Benito Juárez se da en plena campaña electoral. Los habitantes de la zona afectada votarán el próximo 2 de junio para todos los cargos públicos vinculados a su municipio, desde el presidente de la República hasta el diputado local, por lo que gran parte de la tensión se ha centrado en los roces entre políticos y funcionarios. Los alcaldes de Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón -todos figuras de la oposición- han pedido al gobierno federal que emita una declaración de emergencia, mientras que el gobierno local acusa a los opositores de promover la movilización de los vecinos contra las autoridades.
El Sistema de Agua se encuentra limpiando la red de tuberías de los barrios afectados, según confirmó Batres. El jefe de Gobierno insistió en que dentro de unos días el olor desaparecerá y el agua volverá a estar limpia. “El olor reportado la semana pasada ya no se nota en varias viviendas. Sin embargo, en otras viviendas el olor persiste porque el agua afectada aún no ha sido eliminada por completo de las tuberías y cisternas de viviendas y edificios. De todos modos, el olor reportado ya ha comenzado a desaparecer”, dijo con miras al futuro, más que a resolver las insistentes preguntas de los vecinos.
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