El mundo sigue dando vueltas, incluso en Celaya, tras el asesinato de la candidata a la alcaldía del municipio de Morena, Gisela Gaytán, hace dos semanas. El martes, Morena apoyó a su reemplazante, Juan Miguel Ramírez, un viejo conocido de la política local que se ha postulado varias veces como candidato. Su elección se produjo en medio de la polémica por la paternidad intelectual del asesinato de Gaytán, el último relato de la serie de conflictos entre el gobierno federal y el del Estado de Guanajuato, con señales contrapuestas.
Gaytán fue asesinado a tiros en un municipio devastado por la guerra. Celaya, una de las principales ciudades de la región, es noticia desde enero por la cantidad de policías municipales asesinados por delincuentes, al menos diez en los primeros tres meses del año, dos en la última semana. El choque entre la empresa y un grupo criminal que se autodenomina Cártel de Santa Rosa de Lima aparece como la batalla principal. Expertos consultados por este diario señalan que Celaya y los municipios aledaños son el espacio en el que este grupo se expande de forma natural.
Tras la muerte del candidato, el foco natural de las acusaciones fue el cártel de Santa Rosa de Lima, un grupo regional dedicado al robo de combustible, la extorsión y el narcotráfico. Las primeras noticias que aparecieron en la prensa local, los primeros comentarios, indicó esta organización. Pero el fin de semana pasado, el gobernador del estado, Diego Sinhué, del PAN, sorprendió a muchos al subrayar que los “conflictos internos” de Morena eran parte de una línea de investigación del incidente, que la Fiscalía tuvo en cuenta.
Las respuestas de Morena no se hicieron esperar. Líderes estatales del partido Guinda criticaron a Sinhué. El líder nacional del partido, Mario Delgado, rechazó las acusaciones del mandatario estatal y pidió que la Fiscalía General de la República (FGR) se ocupe del caso. El reemplazante de Gaytán, Juan Ramírez, en entrevista con este diario, calificó de “infames” las declaraciones del gobernador. “Lo hizo para conseguir dinero político. “Es mentira”, añadió.
Ramírez reconoce que el nombramiento de Gaytán hace meses generó polémica. “Cuando eligieron a Gisela hubo compañeros que no les agradaron y se quejaron, pero estas quejas son normales. Discutamos por qué somos de izquierda. En 2018 también hubo denuncias, al igual que en 2021”, explica. Esta vez el enfado se debe a lo que algunos en Morena consideran una imposición por temas de “igualdad”. En otras palabras, la nominación de Gaytán respondió a las necesidades del partido -y a los pedidos del instituto electoral estatal- y no a las preferencias de la militancia local.
Ramírez asegura que el tema se resolvió hace unas semanas durante un desayuno con la candidata a gobernadora Alma Alcaraz y el diputado federal Gerardo Fernández Noroña. “Hubo un pequeño grupo de compañeros que protestaron. Dijeron que ella no se había registrado para empezar (como precandidata), y luego sacaron algunas encuestas antiguas que indicaban que no podía ganar. Pero Norona y Alma dijeron que había ganado la encuesta”, explica. La cosa parece haber quedado ahí. Ramírez, quien había sido precandidato, se sumó a la campaña de Gaytán. Estaría a cargo de redactar el programa de gobierno.
Amenazas
El lunes 1 de abril Ramírez se encontraba trabajando en su programa de campaña. Lo hizo en casa, con su equipo. «Tuvimos que armar un manual de 700 propuestas, lo entregamos el jueves, porque el sábado hubo una manifestación importante», explica. “Recuerdo que vino mi esposa y me dijo: ‘Oye, mataron a Gisela’. Y dije: “no, no es cierto”. Pero luego empezó a llegar la información por teléfono”, añade. “No sé… No sé si fue por motivos de inocencia, pero nosotros Nunca creí que pudiera pasar algo así”, reflexiona.
Gaytán había participado ese día en un evento improvisado en San Miguel Octopan, una de las comunidades de Celaya. Eran los primeros días de la campaña. David Saucedo, consultor de seguridad en la zona industrial del Bajío, explica que “una persona de su equipo realmente insistió en que fuera ese día. En los videos se pueden ver motos con sicarios esperando su llegada. O sea, parece que alguien de su equipo traiciona a Gisela, para llevarla allí, una comunidad controlada por los de Santa Rosa de Lima”.
Sin formar parte del equipo del candidato, Saucedo tenía previsto reunirse con él en los próximos días, debido a las “amenazas” que había recibido Gaytán. Según Saucedo, el cártel de Santa Rosa de Lima se comunicó en dos ocasiones con el equipo del candidato para hacerle “ofertas amenazantes”. El consultor explica: “Este grupo percibía al PAN y a su alcalde, Javier Mendoza, así como a su secretario de Seguridad, como enemigos de su proyecto criminal”. Mendoza, quien sufrió el asesinato de su hijo en agosto de 2022, presuntamente como parte de esta lucha entre las autoridades locales y el grupo criminal, busca la reelección en los comicios de junio.
Según Saucedo, Santa Rosa de Lima “ha decidido fortalecer un proyecto externo, el de Gisela Gaytán”. El experto precisa: “Ofrecieron apoyo económico, apoyo para movilizar a los votantes con su base social. Y, en su caso, hacer lo que tenían que hacer para erosionar Mendoza, lanzar ataques en la ciudad, reducir el nivel de voto del PAN, etc.” Gaytán, dice, siempre se ha negado. “Y ese grupo hizo lo que hizo. Primero: matar a los que no estaban con ellos”, afirma.
Para el experto la teoría del conflicto interno no tiene sentido. “El ataque contra Gaytán redujo el apoyo al PAN. Hay 10 puntos que Morena ha superado”, explica al referirse a su intención de voto para gobernador en las elecciones del 2 de junio. “El gobernador Sinhué, hombre astuto, advirtió esta circunstancia. Antes de que saliera esa última encuesta en la que volvió Morena, él había lanzado este comentario sobre ‘conflictos internos’, para debilitar a Morena”, concluye.
Desde Celaya, el candidato Ramírez espera el verdadero inicio de su campaña. Este miércoles funcionarios del Ministerio de Seguridad y Protección Ciudadana lo contactaron para hacerle una “entrevista de riesgo”. Le dijeron que esta semana llegarán agentes de alguna corporación federal para acompañarlo en sus actividades. El miércoles, por falta de apoyo, canceló sus primeros actos de campaña, “visitas a barrios difíciles de la ciudad”. Cuando se le pregunta si tiene miedo, si se siente mareado, el candidato reflexiona. “Es una sensación de… difícil, es difícil. Da ganas de llorar, de impotencia. Gisela era mi amiga. ¿Miedo? Todos en Celaya tenemos miedo”, concluye.
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