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Encontrando la belleza en la tragedia: la mirada valiente de Enrique Metinides

Encontrando la belleza en la tragedia: la mirada valiente de Enrique Metinides
Un hombre abraza el cuerpo de una mujer en una ambulancia en la Ciudad de México, en 1965.Enrique Metinides

El morbo, el rechazo, el miedo o el dolor son acompañantes frecuentes de quien presencia la muerte de alguien. El fotógrafo Enrique Metinides (Ciudad de México, 1934-2022) retrató cada uno de los matices que la rodean y fue más allá: encontró belleza en cada trágico suceso de la capital mexicana, del que se convirtió en cronista privilegiado desde niño. A un año de su muerte, la Secretaría de Cultura federal, junto a la familia del reportero, ha recuperado el importante legado gráfico que dejó e inaugura este sábado a las 12:00 horas una exposición en su honor bajo el título El ojo infinito de Enrique Metinides: actualidad de la nota policial.

La galería, que podrá visitarse gratuitamente en el Complejo Cultural Los Pinos, contará con 120 fotografías, más de 60 periódicos de la época en que realizó su producción y numerosos objetos personales del fotoperiodista. Entre ellos se encuentran la primera cámara que le regaló su padre, cuando tenía 9 años, su casco de voluntario de la Cruz Roja o los sucios guantes de los bomberos, sus habituales compañeros de trabajo, que han donado varios objetos como muestra de su cariño.

“Metinides es el fotógrafo de la muerte pública. La muerte es un fenómeno que casi siempre ha sido privado, porque las creencias, la religión, siempre lo han hecho así, pero antes era un hecho público porque era parte de la vida misma”, reflexionó la subdirectora de Desarrollo Cultural, Marina Núñez, durante la presentación de este viernes. “Esa sensación original de la muerte es la que está recuperando el fotógrafo”, ha subrayado. El hábitat natural de Metinides eran hospitales, comisarías, zonas de bomberos, y desde allí registró “la pulsión entre el accidente y el crimen, entre la vida y la muerte”, en palabras de Johan Trujillo, director del Centro de la Imagen.

La presencia de una de las hijas del fotógrafo, Alexandra Metinides, ha puesto la nota más emotiva a la presentación de este viernes. “Yo, sobre todo, lo que quería es que ella viera la parte más humana de ella. Me dijo que muchas veces, después de hacer su trabajo, arrojaba la cámara a la ambulancia y comenzaba a rescatar personas. De ahí traemos muchas fotos de él en acción que son inéditas”, relató al borde de las lágrimas. Aproximadamente un tercio de todo el material expuesto es ya original y fruto de la intensa investigación llevada a cabo desde su muerte.

Imagen de una pequeña muestra de la exposición sobre Enrique Metinides que se inaugura este sábado.
Imagen de una pequeña muestra de la exposición sobre Enrique Metinides que se inaugura este sábado.cedido

La exposición se organizará en cinco núcleos temáticos: aspectos de su vida personal, muerte, antecedentes penales, azar y fe, y un anexo, el de los espectadores. Este último elemento es fundamental para entender la obra de Metinides, que no se limita a retratar el acontecimiento sino que expande su mirada para captar todo lo que le rodea: los rescatistas, los policías, los que buscan esconderse, los curiosos. La apertura del encuadre es una de sus características fundamentales y es lo que nos permite observar su fotografía como un documento vivo que refleja la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad en su dimensión más cruda.

“El segundo núcleo, el de la muerte, es trágico porque se podrá comprobar que la muerte en México tiene rostro de mujer”, explicó César González, curador de la exposición: “Algunos de los crímenes retratados corresponden al azar, pero otros responden a una desigualdad estructural.” González ha querido cruzar la mirada de Metinides con la de otros dos fotógrafos, María Eugenia Chellet y Agustín Martínez Castro, cuyas obras también pueden verse en la muestra, para entablar un diálogo que enfatiza la dimensión social de la violencia retratada. “Su obra es importante porque nos representa como sociedad mexicana, y porque también está cerca de cada uno de nosotros”, ha valorado. El retratista de la muerte murió, pero su legado sigue diciéndonos quién somos y quienes nos gustaría dejar de ser.

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By México Actualidad

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