Roma.- ¿Miguel Ángel pintó otro ‘Juicio Final’ similar al de la Capilla Sixtina? Un grupo de investigadores afirmó este martes en Roma haber encontrado en un almacén de Ginebra un lienzo que el maestro del Renacimiento aparentemente regaló a otro pintor de su época para decorar una capilla en Florencia (norte).
Sin embargo, como siempre cuando se anuncia un descubrimiento de este tipo, conviene tener cautela: “¿Quién puede decir al cien por cien que algo es lo que dice que es?”, resumió el sacerdote español José Manuel del Río en la presentación oficial. de la Comisión Pontificia para el Patrimonio Cultural y miembro del grupo de investigación.
La idea, aclaró, es presentar “elementos” sobre este plan para que se pueda seguir explorando en profundidad.
El monseñor español y el historiador cubano Amel Olivares pasaron casi nueve años analizando un lienzo conservado en Suiza, propiedad de una empresa estadounidense “anónima”, y que, aunque de menor tamaño, recuerda el ‘Juicio Final’ que pintó Miguel Ángel Buonarroti entre 1536 y 1541. en la pared de la Capilla Sixtina del Vaticano.
Ambos declararon a la Asociación de Prensa Extranjera de Roma que esta obra es “el único lienzo” descubierto hasta el momento por el maestro del Renacimiento.
El ‘Juicio Final de Ginebra’, según su tesis, fue pintado por Miguel Ángel y regalado a un joven pintor, Alessandro Allori, para que lo utilizara como base en 1560 en el retablo de la capilla de la familia Montauto en la iglesia de la Santísima Annunziata de Florencia (norte).
Los estudiosos creen que Miguel Ángel y Allori se conocían, que mantuvieron buenas relaciones artísticas incluso en Roma, ya que el joven era discípulo del maestro manierista florentino Bronzino, y por eso el genio regaló una copia de su “Juicio Final” a su joven amigo para que pudiera ser replicado en la capilla florentina.
El “boceto” se encuentra actualmente en Ginebra y los expertos se han concentrado en encontrar pruebas de su autoría en el retablo que finalmente realizó Allori en la Capilla Montauto.
El equipo realizó una reflectografía -un método infrarrojo que permite ver las capas ocultas bajo la pintura- y encontró – afirman – una nota en la que Allori afirma haber copiado “fielmente” la obra del maestro en su retablo.
Olivares argumentó que el “Juicio Final de Ginebra” es el único lienzo, en lino, “en teoría” de Miguel Ángel y esto podría deberse a que Allori habría tenido que transportarlo a Florencia (y enrollarlo era más conveniente ).
Asimismo, tanto el boceto como el retablo representaron a Cristo juez sin barba, a pesar de que esa iconografía había sido posteriormente repudiada por el Concilio de Trento.
Además, el boceto de Ginevra presenta 33 figuras (el fresco de la Capilla Sixtina tiene más de 400), algunas “sin terminar”, una técnica utilizada a menudo por Miguel Ángel, y entre ellas aparece un hombre de cabello gris que los investigadores creen que es el maestro.
La antropóloga Chantal Milani, que participó en el estudio, estudió a ese hombre con el retrato de Miguel Ángel de Iacopino del Conte y concluyó que “las proporciones del rostro son prácticamente idénticas”.
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Los estudiosos sostienen que el boceto pasó de los propietarios florentinos, los últimos de los Guadagni, que lo incluyeron en el inventario de sus bienes en 1792, para acabar en manos de una empresa americana que financió este estudio pero prefirió no revelar su identidad.
Tanto el sacerdote español como el historiador cubano aseguraron que en sus investigaciones se basaron en la opinión de Gianluigi Colalucci, famoso por haber restaurado la Capilla Sixtina y fallecido en 2021.
Además, ya han preparado un libro con todos los datos de los que disponen -y dos informes de Colalucci- para que la comunidad de historiadores pueda sacar sus propias conclusiones.