La caída de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank entre el viernes y el lunes en Estados Unidos “no debería tener un impacto mayor en el sistema financiero mexicano”, dice el vicegobernador del banco central, Jonathan Heath, “ya que hay diferencias muy intrínsecas características de nuestro sistema que muestran pocas conexiones con lo que pasó con estos bancos en los Estados Unidos”.
El viernes, el gobierno estadounidense intervino en la caída de SVB luego de que fracasara en su estrategia de inversión y sus clientes comenzaran a retirar su dinero de manera abrupta. El lunes tuvo que ser intervenido un segundo banco, generando pánico por un posible contagio similar al de la crisis financiera mundial de 2008. Tanto el mayor índice bursátil de México como el tipo de cambio peso-dólar tuvieron reacciones moderadas a la noticia, estabilizándose luego de que el gobierno estadounidense asegurara los depósitos de los afectados. Los mayores perdedores han sido algunos bancos mexicanos, como Grupo Financiero Banorte y Banco del Bajío, cuyas acciones han caído 6% y 8%, respectivamente, en los últimos cinco días. El martes, las acciones de ambos bancos cotizaban sin mayores fluctuaciones.
“Estamos monitoreando todos los eventos muy de cerca y analizando los impactos potenciales”, escribió Heath en un correo electrónico. “En particular, nuestra Dirección General de Estabilidad Financiera realiza análisis continuos de este tipo de choques y nos informa que no encuentran impactos significativos”, agregó el economista y miembro de la Junta de Gobierno del Banco Central.
La caída de estos bancos se espera sea uno de los focos de la Convención Bancaria, organizada por la Asociación de Bancos de México (ABM) en la ciudad de Mérida. La reunión se llevará a cabo el jueves y viernes y se espera que cuente con la participación del secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez, y el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El fondo de seguro de depósitos (FDIC), la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro han garantizado los depósitos de los clientes de SVB, que ascendían a unos 175.000 millones de dólares, y los de Signature Bank, de unos 100.000 millones. Por su parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos investiga las responsabilidades en la caída de SVB.
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