Dos fuertes llamaradas solares han sido captadas por la NASA en apenas dos días de diferencia entre el 5 y el 7 de agosto. Este fenómeno no afecta físicamente a los humanos, pero sí que puede alterar las comunicaciones de radio de alta frecuencia (HF), las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y presentar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
La primera “fuerte” llamadara registrada por la NASA se produjo durante la medianoche del sábado -5 de agosto- al domingo y logró su punto máximo a las 18.21 horas (22.21 hora peninsular). Fue clasificada de tipo X1.6., la categoría X significa que los destellos emitidos por el Sol son los más intensos, mientras que el número da más información sobre la fuerza del fenómeno y puede llegar hasta 10.
La segunda erupción tuvo lugar unas 42 horas después, el lunes -7 de agosto-, con su punto álgido a las 20.46 UTC (22.46 hora peninsular española) y fue denominada como llamarada X1.5. “La imagen muestra un subconjunto de luz ultravioleta extrema que resalta el material extremadamente caliente de las llamaradas”, ha explicado la NASA en un comunicado.
The Sun emitted a strong solar flare on Aug. 7, 2023, peaking at 4:46 pm EDT. NASA’s Solar Dynamics Observatory captured an image of the event, which was classified as X1.5. pic.twitter.com/0WCotB48eR
— NASA Sun & Space (@NASASun) 7 de agosto de 2023
Afectaciones del fenómeno
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Esta llamarada afectó a Norteamérica y el Pacífico, donde se perdieron las señales de radio y las comunicaciones de los satelitales, según ha informado el Centro de Predicción del Clima Espacial (SpaceWeather) de la NOAA (Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos). Empezó en la costa oeste de México sobre las 20.37 UTC y acabó una hora y cuarto después en la costa este de Hawái.
Las dos llamaradas se produjeron en la misma zona del Sol, la región 3386 -que es una mancha solar- según ha indicado ‘SpaceWather’. Aunque las manchas solares no son lo mismo que las erupciones, sí que tienen relación, ya que cuantas más manchas solares haya significará: “más actividad y que la probabilidad de que salte algo sea mayor”, según Consuelo Cid, científica principal del Servicio Nacional de Meteorología Espacial.