Nuevo León hacia la crisis: la pugna entre Samuel García y el Congreso deja al Estado sin gobernador interino
Samuel García durante un reportaje, en Monterrey, en una imagen compartida en sus redes sociales el pasado 1 de junio.

El Estado de Nuevo León enfrenta una crisis de gobernabilidad, tras la solicitud de licencia del presidente, Samuel García, para convertirse en candidato a la presidencia de México por Movimiento Ciudadano (MC). García y el Congreso, dominado por los opositores PRI y PAN, han tenido una intensa batalla por la gobernación provisional. Mientras García nombró a su secretario de Gobierno, Javier Navarro, como “encargado del despacho” por decreto, el Legislativo tomó como presidente interino al juez Arturo Salinas, presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado y antiguo panista. Por un momento Nuevo León tuvo dos líderes y ahora corre el riesgo de no tener ninguno. La Corte Suprema de Justicia ha invalidado provisionalmente el nombramiento tanto de Navarro como de Salinas, y ha ordenado al Congreso nombrar un nuevo presidente interino. La licencia solicitada por García al Legislativo entra en vigencia a partir del 2 de diciembre.

El ministro de la Corte Suprema, Javier Laynez, resolvió dos controversias constitucionales, una impulsada por García contra el nombramiento de Salinas, y otra, interpuesta por el Congreso contra el nombramiento de Navarro. García también solicitó a la Corte Suprema impedir que el Legislativo realice un nuevo nombramiento hasta que se resuelva el fondo de su recurso. El ministro Laynez concedió la suspensión de los dos nombramientos, “para no poner en riesgo el principio de separación de poderes”, pero dejó seguras las facultades del Congreso local para designar un nuevo gobernador provisional, ya que “darle tal extensión a la suspensión [impedir a los diputados nombrar un interino] “Podría poner en riesgo la propia gobernabilidad de la entidad federativa por la licencia otorgada al gobernador”.

García afirmó que Salinas, si bien pidió licencia para el cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia, no renunció a ser magistrado del poder judicial. La Constitución de Nuevo León establece, en efecto, que ningún funcionario del Poder Judicial puede ocupar un cargo en el Ejecutivo, como el de gobernador. El ministro Laynez razonó que esta circunstancia “provoca una tensión importante en el principio de división de poderes”. El Legislativo, por su parte, afirmó que el nombramiento unilateral de Navarro por parte de García invade las facultades de los diputados para determinar quién debe ocupar la gubernatura interina. Laynez también encontró amenazas a la división de poderes en las acciones de García.

Al margen de estos dos recursos en manos de la Corte Suprema, García también llevó el asunto al Tribunal Electoral federal, que ha elaborado un proyecto -aún no ha sido votado en el pleno- en el que coincide con él, en el sentido de que el magistrado Salinas no puede ser designado gobernador provisional, dada la prohibición explícita que establece la Constitución estatal para que un juez ocupe un cargo en el Ejecutivo. La Carta Magna de Nuevo León nombra un catálogo de funcionarios impedidos de ser líderes interinos. El secretario de Gobierno y delfín de García, Navarro, sí tiene la posibilidad de asumir ese cargo, pero no si es designado directamente por el presidente licenciado; Tendría que ser designado por el Congreso, algo que parece imposible, dada la guerra que mantienen los líderes del PRI y el PAN, y García.

Luego de que el excanciller Marcelo Ebrard declinara la invitación de Dante Delgado, líder de MC, para abanderar al partido naranja en las elecciones presidenciales de junio de 2024, todo indica que el gobernador García se convertirá en la carta fuerte de la formación. Competirá por el máximo cargo en México contra Claudia Sheinbaum, abanderada de Morena, y Xóchitl Gálvez, del Frente Amplio, la coalición de PAN, PRI y PRD. La mayoría de las encuestas sitúan a García en el tercer lugar de las preferencias electorales, pero no muy lejos del segundo lugar, que ostenta Gálvez. Los líderes del Frente Amplio han acusado a García de dividir el voto de la oposición y así ayudar a Morena y al presidente, Andrés Manuel López Obrador. Mientras estas discusiones se llevan a cabo a nivel nacional, los ciudadanos de Nuevo León están a la espera de ver quién será su gobernante en los próximos meses.

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