Mientras cientos de migrantes esperan un futuro incierto tras el fin de las restricciones migratorias conocidas como Título 42, los distribuidores de alimentos por aplicación son los encargados de llevarles alimentos diariamente.
En un punto de la carretera Escénica, que une Tijuana y Ensenada, se puede ver una decena de motos esperando órdenes, mientras los dueños negocian con los migrantes que esperan del otro lado de la frontera. Desde 2020, el Título 42 ha permitido a Estados Unidos expulsar a migrantes durante la emergencia del coronavirus. Cuando esta política expiró, dio paso al actual Título 8 que prevé las deportaciones y la denegación de asilo a los infractores, quienes estarán inhabilitados durante cinco años y enfrentarán procesos penales.
Los distribuidores también se han diversificado. Algunos llegan con comida y la venden directamente en el sitio. Otros entregan pedidos que han sido pagados previamente como donaciones en México y enviados a los migrantes en el muro.
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