Un sabotaje con lo que parece ser colorante verde para alimentos arrojado al Sistema de Agua del municipio de Arteaga (Simas), en el occidente de Coahuila, ha provocado el desperdicio de más de cuatro millones de litros de agua potable. Las autoridades municipales indican que la pérdida supone un “daño ambiental” para el municipio, que en los últimos meses se ha visto envuelto en un problema con la sequía, a lo que hay que sumar la escasez de agua en el lugar. “Nunca había pasado algo parecido, ni en el municipio, ni en el Estado”, explica telefónicamente a este diario una fuente del Ayuntamiento.
La alerta en Arteaga comenzó la mañana del pasado sábado, cuando los vecinos del municipio —que tiene alrededor de 15.000 habitantes— denunciaron que el agua que salía del grifo domiciliario estaba teñida de verde. Una investigación realizada por Simas detectó que la sustancia encontrada en el agua no era nociva y no afectaba los niveles de pH (acidez o basicidad) del agua, permanecía neutra, lo que muestra “características similares” a las del colorante alimentario. “No se sabía qué era, lo primero que hizo el cabezazo [municipal] era para alertar a la población a no hacer uso de esa agua y vaciar los tanques mientras se restablecía el agua limpia en los barrios”, indica. Desde el pasado sábado, y para rebajar la concentración de la sustancia, las autoridades han intentado llenar y vaciar el sistema para depurarla.
Hasta el momento no se ha detenido a nadie por el hecho, aunque la cabecera municipal advierte que en redes sociales hay imágenes que muestran cómo unos individuos llegaron días antes al lugar donde se ubican los cárcamos, a unos seis kilómetros del centro del municipio. . “Algunos ranchos cerca de los cárcamos nos informaron que tenían cámaras. El enjuiciamiento [de Coahuila]Junto a la Policía Municipal de Arteaga investigarán cada una de estas grabaciones”, explicó el alcalde, Ramiro Durán, ante los medios el pasado lunes. El Ayuntamiento interpuso entonces una denuncia por delitos de daño al medio ambiente y por la posible contaminación de depósitos de agua destinados a la población, infracción según la Código Penal de Coahuila puede ser sancionado con hasta ocho años de prisión.
Además de los cuatro millones de litros de agua desperdiciados, la entidad local destaca la repercusión de la “psicosis” y el “pánico colectivo” que ha creado la situación en las más de 300 familias que viven en los barrios afectados: San Isidro, San Francisco, el Ayuntamiento, Abraham Cepeda, la zona centro (clasificada como pueblo mágico), la colonia Autopista y Bella Unión.
Los cárcamos están ubicados en una zona árida y desértica, “lejos” del centro municipal, por lo que no existe una vigilancia expresa. Las personas que llegaron al sitio destrozaron el candado que bloqueaba las puertas del pozo. Desde el Ayuntamiento denuncian ante la Fiscalía el “delito” que consiste en romper los candados, y afirman que aumentarán la seguridad que rodea el lugar.
Arteaga se ha visto involucrada en varios conflictos por el abastecimiento de agua de sus ciudadanos. Desde el Ayuntamiento afirman que “la lucha por el agua” ha llegado al territorio. Uno de los conflictos se inició luego de que el gobernador de Nuevo León, Samuel García, anunciara en julio pasado el hallazgo de un importante cúmulo de agua en la frontera del Estado con Coahuila, que permitiría abastecer a Monterrey, ciudad fuertemente afectada por la sequía. “Obviamente es un concepto mediático, porque legalmente no puede prosperar”, dice la fuente del Ayuntamiento, que asevera la defensa “prioritaria” de su seguridad hídrica. Otros conflictos comenzaron hace seis años, cuando unos particulares se pelearon contra el Ayuntamiento por el agua, pero hasta el momento, las resoluciones del Poder Judicial han ido a favor del Ayuntamiento (“no nos preocupa”, concluyen).
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